Usos y beneficios:
Los usos cosméticos de este aceite son múltiples debido a sus propiedades. La experta señala los siguientes aspectos:
- Se puede emplear como aceite puro o formando parte de la composición de productos dermofarmacéuticos, como la crema, la emulsión, el sérum, el gel de baño, el champú o el exfoliante.
- Es recomendable para hidratar el cabello, aportándole brillo y suavidad y para las uñas, gracias al principio activo lupeol presente en su composición. Asimismo, es ideal como hidratante corporal, favoreciendo la restauración del manto hidrolipídico de la piel y al no engrasarla.
- No genera comedones, eflorescencia primaria del acné, por lo que es apto para pieles grasas con tendencia acnéica. No engrasa y penetra fácilmente en la piel.
- Es cicatrizante, por lo que es recomendable para ayudar a la cicatrización de quemaduras y heridas, así como para la prevención y disminución de estrías.
- El aceite de Argán es ideal para eliminar y prevenir los signos del envejecimiento cutáneo. Es decir, actúa como producto antiedad, disminuyendo y previniendo la aparición de arrugas y aportando luminosidad, flexibilidad y suavidad al rostro.
- Es muy adecuado para calmar eritemas, es decir, irritaciones cutáneas.
- Es antiséptico y antifúngico.
Para su aplicación, tanto en la piel de la cara o del cuerpo, como sobre las uñas o el cabello, hay que echar unas gotas en la palma de la mano y posteriormente masajear sobre la zona indicada. Si el producto se quiere aplicar sobre la piel del rostro o las uñas se untará el aceite de Argán con las yemas de los dedos, si por el contrario, se desea emplear sobre la piel corporal o el cabello habrá que utilizar la palma de la mano completa.